¿Qué complicados somos... no?

La interacción de las personas, tanto fuera como dentro de una empresa, pasan por una serie de fases para lograr o no funcionar. Todo el mundo sueña contar en sus filas con un equipo de alto rendimiento. Sin embargo, para lograrlo hay un largo camino que recorrer. Hay que iniciar formando un grupo, darle un propósito y convertirlo en un equipo. En este proceso podremos notar cómo se va formando de forma implícita la estructura, jerarquías, funciones, normas, liderazgo, cohesión y el tan temido conflicto.


Es importante conocer a los elementos que van a conformar al equipo, ya que llegará el momento de decidir, y a todo el mundo le gusta decir que le gusta tomar decisiones, hasta que de verdad tiene que hacerlo. Es justo delegar a una persona del equipo, que cuente con la capacidad, lidiar con las decisiones programadas (basta con capacitarlo, es más rutina) y las no programadas dejarlas a otro miembro, apoyados de técnicas grupales como la polarización del grupo, Group Think, lluvia de ideas, la técnica Delphi, entre otras.


Las actitudes tienen un rol fundamental, no olvidemos que todos tenemos un pasado que ha moldeado nuestro presente, junto con los valores personales y las experiencias. Las actitudes pueden jugar un papel considerable en la adaptación e interacción con los demás miembros.


Ahora, todos los puntos que se han tratado son los ingredientes del pastel y la ética es la cereza, que puede ser sincronizada con los valores empresariales. Ya aterrizando al rubro empresarial hay que contemplar las expectativas sociales, hacer una competencia equitativa (considerar el diamante de Porter), la publicidad y relaciones públicas, responsabilidad social, la autonomía del consumidor (en la era donde el consumidor tiene más poder que nunca y más quejumbroso) y por último el comportamiento corporativo. A este tema me gustaría citar a Savater (2015), en su libro: Ética para la empresa, mediante el siguiente cuestionamiento: ¿cuándo la experiencia pasó de ser una virtud a una carga para la empresa? (Gran libro, léanlo de verdad)


Todos los tópicos mencionados recaen en el clima laboral, aunque éste también se ve afectado por el supra-sistema (Contextos históricos, problemas demográficos, económicos y sociales). Un elemento que, dependiendo la forma en que se maneja puede ayudar o entorpecer una empresa, es el conflicto; puede ser un tema tabú. Gerzon (2017) da buenos puntos a considerar antes de decidir cómo reaccionar ante algún tipo de conflicto, dependiendo si es frío o caliente. Comento esto porque está correlacionado con la motivación, el desempeño, el comportamiento humano dentro de la empresa, el cambio y desarrollo profesional.


Ahora los 10 puntos de otro rollo (chiste adaptado para los chavo rucos)

  1. El recurso humano es el recurso más complicado pero tan importante como los demás recursos

  2. La cultura organizacional no depende exclusivamente del departamento de recursos humanos

  3. Recursos humanos es el estandarte de la cultura organizacional

  4. Definir bien las acciones que pueden ser permitidas por la empresa

  5. El conflicto no es bueno ni malo, depende de cómo lo resuelvas

  6. Cuidar el choque generacional

  7. Considerar la cultura de un lugar nuevo, sin eliminar la esencia de la empresa

  8. Los elementos cualitativos también se miden

  9. La ética de la alta dirección, no es necesariamente la de la empresa

  10. Las mayorías de las empresas trabajan en forma de grupo, no de equipo

References

Gerzon, M. (2017). Cómo tratar con gente difícil. Harvard Business Review Press.

Savater, F. (2015). Ética para la empresa. Conecta.