¿Qué tanto sirven los libros en el contexto laboral?
En varias ocasiones me han acusado de lo siguiente: “Los libros no son la vida real”, “En los libros no encontrarás las respuestas” y cosas por el estilo; entonces, de tantas veces que lo escuché, me puse a pensar: ¿Y si tienen razón? El autocuestionamiento me llegó a raíz de la nueva función que tengo en mi trabajo; donde con los problemas del día, aparentemente, no puedes solo abrir el libro de administración o de recursos humanos que tienes guardado en el librero llenándose de polvo y decir “mira aquí está la solución y al día siguiente te presentas y tan tan, problema resuelto”. Entonces ¿cuál es la razón de que nos llenen de libros en la universidad, maestría y/o doctorado? De hecho, hace unos cuantos días (a la fecha que hago este escrito), platiqué con una persona que terminó su carrera profesional en negocios en una de las universidades más caras y prestigiosas de México y me dice: “¿Para qué tanto tiempo de estudio si al final lo que puedo aplicar y sacar de los libros es muy poco?”
Lo anterior desde luego no es un tema ajeno a muchos recién egresados que se incorporan al mundo laboral y todos van teniendo las mismas experiencias, el efecto bola de nieve de que los libros no funcionan se va compartiendo de generación en generación. Pero, creo que esa forma de encasillamiento es sesgada y, ¿si el problema es que no sabemos cómo utilizar los libros?
La gente que me conoce sabe que soy fanático a los libros, me gusta hacer investigación y dejar mi aportación en eso llamado “La frontera del conocimiento”. Entonces no es extraño que encontrara un refugio en la docencia y de ahí que la mayor parte de mi carrera y experiencia profesional se diera en el ámbito académico. Después brinqué a algunas consultorías y, ¿cuál fue el común denominador que identifiqué en ambos trabajos? La materia prima (la información) sale de los libros y los artículos; todo lo que mencionamos en las clases y las metodologías que se abordan (no necesariamente aplicadas) en la consultoría es principalmente teoría.
Aunque parece que estoy validando la afirmación del inicio, no creo que la postura que se debe tener sobre este tema sea tan radical, negro o blanco. Dentro de la experiencia que tengo, tanto académica como en empresas, puedo identificar algunos puntos que hay que poner sobre la mesa para tener una conclusión lo más objetiva posible:
Los libros de administración y/o recursos humanos, están escritos en un contexto extranjero y ya con algunos años de falta de actualización. Desglosemos esto, la mayoría de los autores que consultamos son teóricos, no digo que sean personas sin preparación o conocimiento, sin embargo, su perspectiva del funcionamiento de una empresa es desde la tribuna, desde luego existen excepciones de autores que cambiaron la forma de ver y de modificar empresas como Peter Ducker y Clayton Christensen. Sumado a que estos “gurús” no son mexicanos. ¿Cuál sería el resultado? Una perspectiva de una realidad poco aplicable al contexto que vivimos.
Seguimos con la tardanza de publicación del ejemplar, recordemos que existe un proceso editorial, primero el tiempo que tarda el autor en escribir, seguido de las correcciones y lecturas, la traducción (en caso de ser necesario), el diseño y la publicación, esto puede llevar años, en resumen, leemos información teórica desactualizada.
Todo esto nos juega en contra, pero después de analizar todos los puntos que he compartido con ustedes, puedo afirmar: Efectivamente, en los libros no encontrarás la respuesta, pero sí puedes encontrar una guía o inspiración para solucionar el problema. Al final los libros son únicamente herramientas y depende cada uno de nosotros cómo los utilizamos.